Realidad de Cartón
I.
Me infunde tristeza el ver a pequeños niños y ancianos
Que lentamente agonizan en sus lechos en busca de algo para comer.
Pero no lo hallan, pues son los ricos los únicos poseedores.
II.
Veo a los niños salir de su oscura gruta,
Con sonrisas pintadas con lodo, del agua que se cuela por la tierra de sus casas.
Ellos hacen la mueca de que todo está bien,
Cuando nada está bien.
III.
La vida maltrata al pobre hombre que con su sudor come,
Mientras a los ricos les es inmune este mal.
Esta realidad es tan frágil y mísera como el cartón,
Pues si la tomas es tuya, y si no de nadie.
IV.
Cual flagelo universal es esto.
Pues esta enfermedad solo es para los pobres.
La vida irónica y sarcástica, así como maldita,
Se burla de nosotros sin importarle lo que somos.
V.
Yo no soy burgués, ni aspiro a bañarme en oro.
No quiero ser miserable con mi gente, como los aristócratas,
Ni engañarlos tirándoles pedazos de pan podrido,
Para así ilusionarlos, y no mentir dominando el estúpido mundo
De la realidad de cartón.