Las personas que valen de verdad, reconocen sus errores, reconocen sus debilidades, tratan de superarse día a día. Las personas que valen son aquellas que se dan cuenta de las necesidades de sus congéneres y tratan de ayudarlos, son aquellos sentimietos que nacen del fondo del alma los que hacen de una persona, un ser único y especial. Los que ayudan sin que los demás se lo pidan, los que tienen dinero y parecen mendigos, sin embargo sin demostrar quienes son y lo que tienen... son simples, sencillos y copeeradores.
Las personas que valen son aquellos que ayudan a los demás, aunque no tengan dinero, los ayudan en los estudios, los ayudan a cambiarse de casa, los ayudan cuando tienen tristeza o se muere un familiar y están ahí adoptando el papel de la persona afectada. No esperan nada a cambio, solo esperan que esas personas sean felices.
No basta una sonrisa y mostrar los dientes al resto, esa es también una parte de la hipocresía, mas que nada, hace falta demostrar con hechos y ser sincero en la entrega, puede ser una persona que jamás se ria con nadie y que no sea una persona cariñosa, pero que demuestre con hechos que realmente los demás le importan.
Los valores los entrega la familia, la iglesia y los amigos cercanos, pero un corazón noble nace desde dentro de las personas y sobre todo un corazón sincero.