Amor, me haces falta no puedo estar sin ti. Mi vida se extiende junto a tu presencia, sin ti nada soy, solo navego sin horizontes, sin fe, sin esperanzas buscándote en otras almas, llorándote sin lagrimas.
Así camino por la vida, ausente, deseando que mi paso se cruce con el tuyo, amándote en medio de una multitud que mis ojos no ven.
Amor, si dentro de ti existo, escúchame, despierta y busca en tu corazón, en tu ojos, yo se que aún persigues mis líneas, mi alma, se que aún me deseas como lo hago yo. Ven… no te detengas, pasa la neblina y cubre tu cielo de luz, solo así podrás verme. Porque nuestro amor nació una tarde de verano cuando el sol estaba ardiente, apasionado.
Aquí, sobre la cornisa que se derrumba sin ti, yo estoy, tratando de no caer pero mis manos cansadas ya tienden a soltarse, veo el precipicio tan profundo como este amor.
Tan incierto como mi mundo sin tu luz, creo en ti, en tus sueños junto a los míos, creo en aquello que un día nos prometimos.
Recuerdas cuantas lunas, cuantas noches oscuras brillando ambos por el poder del amor, mira allí… cerca de la línea de tus ojos como se refleja aquello que vivimos y regresa para hacer de mí, de nosotros, un mundo lleno de luz.
MARÍA DEL ROSARIO ALESSANDRINI.
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