_Tenemos que hablar, dice Almu desde la cocina.
_ Ahora voy cariño, estoy terminando un trabajo.
_ Ahora no, ¡YA!, es importante.
Pedro se teme lo peor; ese tono de voz no augura nada bueno.
_ Bueno ya estoy aquí,a ver ¿qué quieres?
_ Pasa lo de siempre, has vuelto a hacerlo.
_ ¿Hacer qué?, llevó todo el día metido en el despacho.
_ Ya sabes, lo de siempre.
_ De verás que no entiendo nada, no sé a que te refieres.
_ No si tú nunca sabes nada, te da todo igual. Pero ya sabes que no lo soporto. Me parece una falta total de respeto por tu parte, además lo hemos hablado tantas veces...y tú como si nada.
_ Perdona ya caigo, no me di cuenta, iba con prisas, con la cabeza llena de cosas y me descuide.
_ Si claro, un descuido, la misma excusa de siempre, pero no me sirve, ya no aguantó más, te dije que ya no lo iba a permitir más.
Almudena va hasta el dormitorio, abre el armario y señala sus camisas.
_ Ves esto, me he tirado una hora colocando tus camisas, las blancas con las blancas, las azules con las azules...y las de rayas, pues el señor quiere las de rayas color pastel juntas. Y las de cuadros, cómo coño quieres que las ponga, dice mientras dejar caer unas cuantas al suelo. Y tú no eres capaz de ...
Pedro la mira con ojitos de perro degollado y se arrodilla ante ella:
_ Perdona mi amor, de verdad que es la última vez, no va a volver a pasar, te lo juro.
_ Almu le mira y se desarma.- Esta bien, te perdono...Pero la próxima vez que mees fuera del water te vas a casa de tu madre. |