El Antifaz Humano
Hemos sido invitados y concurrimos.
Estamos en el Baile de Disfraces más grande que conocimos.
Es un Desfile de Máscaras increíble, que pasan a nuestro lado, muy ufanas, luciendo presencias de toda gama.
Somos como Tortas con diferentes baños, que debemos asumir durante el Período Vital.
Las coberturas se van ajando, arrugando y quebrando, pero como no es posible cambiarlas, las mantenemos como podemos, tratando de que luzcan lo mejor posible.
Si nos paramos en cualquier calle concurrida, veremos personajes de todo tipo, en un desfile interminable de seres diferentes.
Cada uno es la Imagen de su desempeño.
Las máscaras varían en expresión y diseño.
Pocos rostros alegres, muchos tristes y preocupados.
Hay ojos que brillan de alegría, y otros de envidia…
Cual es la mejor máscara para vivir?.
La mejor es una cara limpia y sin pintura. Un rostro natural tal y como fue diseñado.
Exhibir el Equipo tal y como lo recibimos, es un acto que dignifica al Ser Humano.
Pero no todo es Natural y limpio.
Existen máscaras superpuestas, que presentan un individuo, y al sacársela, dan la Imagen Real, que es muy diferente.
Mas existe un peligro mayor: el Antifaz.
El Antifaz, cubre solo los ojos, ocultando la expresión.
Los ojos hablan e insinúan. Odian, desprecian o aman, pero si están ocultos, no sabemos lo que dicen.
Podremos tener una sonrisa en la boca, pero solo nuestros ojos dicen la verdad, pues son las ventanas del Alma, y las mirillas del Dios.
Los personajes peligrosos, tienen Sobremáscara y Antifaz.
Los que estamos desfilando no podemos conocer sus intenciones. Solo el Dios puede desnudarlos y analizarlos.
Así que solo nos engañan a nosotros, mientras viven, ya que al partir, el disfraz queda aquí, y el replay de sus vidas marcará su Destino.
Mientras sigue la Mascarada, todos reímos, nos divertimos, lloramos, sufrimos…, pero el disfraz y la máscara nos acompañan toda la vida.
Cuidemos de llevar siempre el Equipo Original. Ha sido construido con el material justo, en un diseño increíble, que es muy difícil modificar, ya que cualquier alteración artificial, empeora su aspecto, y es una burda modificación de la Divina Obra.
Si hemos nacido para ser feos, seamos feos con gran dignidad, aceptando las condiciones del Contrato de la Vida.
Aceptando el Disfraz y la Máscara, y luciéndolos con Honor durante toda la vida, habremos cumplido una buena actuación.
Si modificamos algo estaremos engañándonos a nosotros mismos, y nuestro papel indefectiblemente variará, pues contaremos con ventajas o desventajas no-naturales.
En el Escenario Natural, estaremos actuando con vestidos o máscaras que no corresponden a la Obra.
Quien actúe así, estará actuando por su cuenta, a su propio criterio, y en un personaje extraño a la Trama.
¿Que valor puede tener salirse del personaje original, cambiando la Careta y mejorando los trajes, si violamos la Natural Asignación?. Acaso nos asiste algún derecho, para modificar las decisiones del Dios?.
Cuidémonos muy bien de no meternos en esos terrenos. Sigamos pues la Mascarada con el equipo que recibimos, pues solo así seremos reconocidos por el Dios, cuando termine el Baile.
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