Pronto una lágrima cayó
y una rosa en ella se ahogó,
el viento acariciaba mi piel
mientras mi agonizante mirada
te contemplaba por última vez.

En mis labios murieron los miles de besos
que aún restaban por darte,
en mis manos se suicidaron las caricias
que quedaban por brindarte.

Pero en mi vida tu huella quedó grabada
y nada podrá de allí quitarla.
Ahora el cielo está más brillante...

¿Puedes verlo en toda su dimensión?
¿Puedes sentir la brisa sagrada de la paz?
Aunque estés muy distante de mi ser
sé que me observas desde algún lugar.

Puedo percibir tu sonrisa disuelta en el aire,
puedo sentir tu perfume envuelto en las flores...
Puedo contemplar tu bello rostro en mi mente
e imaginar que por un instante estás presente.

Pronto una lágrima cae desde el firmamento
convirtiéndose en una lluvia torrencial,
mi cuerpo se ahoga en tus lamentos
y el viento me golpea con intensidad...
Hazme un lugar entre las estrellas
mientras cierro los ojos y me echo a volar.

Enyelord