(empezá vo Colo)
(bueno ta)

Estoy cortando las papa p’al puchero y se me enyena l’espiritu de pensamientos fulero como yel de poyo.
Tal vé, alguna vé, algo de por áy toque a la puerta mía pa proveyerme de una noticia misantrópica y falá.
Una noticia tuya que me chamuye dispasito de si estás mejor de los cayo, o si se te curó el lumbago.
La lu de la luna alumbra las planta e sapallo y mi alma yora a muerte por tu amor, guachito mio.
En esta feró sincurtancia que me ha arrojao al camino, sin otra perpetiva que enbenenarme de bronca,
via sacar la ropa seca e la cuerda pa que no me se moje con la yuvia melancolica y úmeda que tu rutura provoca. Los vintosalisio del sur (o mas acá), suaves y moderado me embagayan la fiambrera ques una cosa e loco. ¿Vo biste la bruta tormenta que se te cai ensima por el surmenaje de los parámetro interesterlare, premiscuos y intoleravles, cuando la disgrasia viene acompañada e la mala liga? ¿Biste o no lo vistes? Si no lo bistes entuavía acete rápido los lentes, chauchon. Disculpame esta comvustión de bronca sordida y rrezalada pero te juro por esta, pelao mio, que por ma que yueva, la yuvia solemmne, deliberativa y antropomorfeca, nunca yenara lo bolumene pluviométrico de mis lagrima que me se cain de estos hojo que ma que hojo oy día son miserables lagaña.Te estraño pila y mi pluscumperfeto consuelo es rascarle el lomo al Pirata, pero el muy vivo ahora se pone pata p’ arriba y lo tengo que rascar por zonas que a la final no son tan mala como dicen las malas lenguas, animalito e’ Dio. Fijate vo que ya no le interesan las perra al muy degenerao. Entuavía ricuerdo cuando vo me rascabas la pansa, me sacabas la pelusita el ombligo, me apretabas los puntos negro y alisabas con las eroica mano de boseador tuyas los rulo y las cavernas que ibas descubriendo por abajo el paralelo trentiocho, u sease, mis zonas oleogena que con tus caricias largaban (como vo te acordara) cada chorro de dicha pasada que me desias, guardabas en aquel frasquito de aceitunas pa’ matar las cucarachas del rancho. Y mis beso entre los dientes tuyos de madera dura que te izo el dueño del aserradero, y el fuego proficuo y desmembrado e tu lengua, pasando lista a los ocho mío, chorreteados de las silvia y otras palabras raras de Froi. Vo me desías que no usara el jabón e lavar pa' limpiarmelos.“Usa creosota como yo y aflojá con el olor ese e la boca” Yo te desía: “Es el olor del amor lacustre y empedernido complementao con el ajo que le pone el viejo a la sopa”. Por tu culpa me toi volviendo pura sangre, sudor y semento. Un enchastre mismo. ¿Vo segui con el corazón puesto? ¿ Lo empeñaste? Kiero creermela que no. Hamame pelao mio anque ma no sea con otra vísera, digo el ígado o las amidalas. Te paso un abiso: Que sea pronto porque el almacenero me mira las enagua con unas ganas bárbara. No te asustés pero una tiene sus cosa y a lomejor algun patriota se dina apresiarla a una. No seás gil.
(Dale que te toca a vo Lucho).


Primero ay que saludar a los energéticos y proficuos integrante de esta página que nos coje y nos da la oportunida de satinarno con los elementos estraño de la ispirasión sin tapujo, y las fórmula uno de encendido rápido o caráter esógeno, que emnovlesen las alma y los imortalisa a travé de los siglos y las hora de sesenta minuto que vienen, que hasta avece no mueren y avece si, depende del guiski que chuparon en la vida vivida. He acetado este desafío porquke yo los tengo bien puestos entre los pliegue interno de las entrepierna, digo lo que esta má abajo el sinturón y arriba e la rodiya? ¿Vo entendé no? Pero dejando a un lao todo eso me voy a ispirar y echar unos polvos, digo unos versos, para vo mi hamada novia, Colo dibina, mina de elevados qilate, ma o meno siento sincuenta qilo desnuda y siento ochenta vestida. Desde que nos conocimo nos entendimo con clarida mesiánica y de pronto todo voló por los riele del infortunio concéntrico y los bajorrelieve de los sentimiento ipodérmico sin entender yo un carajo que mierda nos paso. Quiero desirte gorda que vo colma todas mi necesidade, sean de horden pisíquico, amoral, infraestrutural o aquella que las buena costumbre me impiden espresar aquí, pero cualquier velinún puede darse cuenta si alguna vez agarró p’al laoe la farmacia y pidió una caja de aquello aminículos para ponerse cuando la cosa viene rumbeando pa' la oscurida dde saguan. Quiero desirte todo esto gorda mía, mi dulse Colorada, pa' demostrarte asta qué límite del incorsiente y las tablas de don Moisés juntos te quiero. Lo que yo te hamo te lo puedo demostrar en sifras concluyentes y aterciopelada, borrachas de esplin. Hace el favor de yamar a la maestra Lurdes que vive al lao del mercadito y que te multiplique el diámetro de los tobillo tuyos por un tercio del volumen de los royo e' tus brazo y a eso que le saque la raí oblicua y deai le entre a dar al Pi y la numeración susiguiente que empieza con el número que le juego siempre a la quiniela, el 314, ( número e’ mierda que nunca me da la ma mínima satifasión en la qiniela). El resultado es el ipodermico y calutrofovico bulto de mi hamor.
Un amor que no tiene límite como las operasione de Susana Jimene.
Y poniéndome enamorado, suspicá y sublime, voy a proferir un verso que te dara la pauta (perdón por la palabra un poco mas o meno soes) de mi hamor por vos gorda qerendona, que siempre me colmá de atensione y desatensione cuando me sebá el mate calentito y el arrós con menudensia.
Dise mas o meno así:

Colorada e’ mis sueño anque los tiempo sean malo
y los colores del arco hiris no manyen mi tristesa,
creeme gorda linda que nunca te dejaré por esa…
la hija del fiambrero, una mina que derrite.
Si vo me ves salir de la casa alguna ve imaginate
a este fiel servidor del prójimo destapándole los
caños. La mina es muy descuidada. Ni bombacha usa.
Yo diría que tarada, pero en la cama... Este…digo
Pero en la cama duerme todo el día como una vayena.
Se olvida de todo. Deja la puerta abierta, hace pichí
al costao e' la vía del tren y si te descuidás atorra en los telos.
Y yo le tengo que andar recordándole como se
abrocha el corpi…Como se abrocha ese saco
atorrante que tiene Y asta a vece, como sufre de
hartriti, le tengo que colocar el bonia…la pollera
porque sola no puede. Meno mal que está uno...
No es como vos mi lechoncito que me tomá de
las mandíbula y la nuca y me enchufá uno de
esos beso con perfume a coliflor fresco y esas caricias
con olor a sera, que te quedan los piso
como esos espejo de Vorje que vo no sabé si sos
vos o sos el que te juna el otro lao. Te estraño
gorda. Las milanesa me salen como suela. Ante volvía
a la sei de la mañana con un pedo como pa’ sinco.
Ahora la melancolia se me hace tomar catorce o
quinse y ya ni me empedo, lo cual no deja e ser
un pasaje oscuro de mi pobre vida rea.
Bueno, serrá y vamos. Te propongo mandar estos
humildes dosendecadolísabos a consideración
de la diresión. Por lo meno para un concurso tamo.

LA COLORADA Y EL LUCHO

(Aguambia con los derecho)

Por la copia
LUIS ALBERTO GONTADE ORSIN I
Derechos reservados