LA ESPERA
Es de noche y la luna refleja su luz de plata sobre la cómoda de mi dormitorio. Vendrás? ... o será otra noche estéril, seca de sueños y embargada de sinsabores; es inútil, sé que no debo esperarte, pero mi corazón es necio y siente lo contrario.
Mi mente divaga en un afán masoquista de aferrarme a tu recuerdo y me tropiezo con tu primera mirada hacia mi. Te acuerdas?, era de tarde, estaba en la facultad y cuanto te ví pensé: "es gordo... a mi no me gustan los gordos", pero hubo algo en tu mirada que me cautivó. Hola!, me dijiste, cuando mi amiga te presentó, yo contesté tu saludo sin despegar mis ojos de los tuyos. Desde aquel día, tus ojos me embriagaron de impulsos locos de amor, de deseo, de pasión...
...Miro el reloj, son las 10 de la noche, ya era de que llegaras, porqué tardas tanto, siempre haces lo mismo, solo con el ánimo de hacerme pensar y pensar más en ti.
Has olvidado acaso nuestro primer encuentro? Qué nerviosa estaba, parecía una niña de quince años con su primer enamorado! Tus manos tocando mi piel y mi corazón latiendo con fuerza, como si quisiera salírseme del pecho. Tu voz y tu mirada penetrante y profunda embargaban de emoción todos los poros de mi piel. Fue una noche hermosa, nunca fui tan feliz como aquella vez en que con tus manos descubrí nuevos territorios, insondables, inexpugnables, capaces de lacerarte el alma y de elevarte al más absoluto de los cielos, donde conjugamos a la perfección el verbo amar.
...El ruido de la calle me saca de mis pensamientos, nunca como ahora los siento tan lejanos, parecen que vienen de otra dimensión. Quiero silencio, paz, para que nada perturbe mis sueños y mis anhelos...
...Tengo que salir de viaje -me dijiste un día- es por poco tiempo, me mandan de la oficina, viajaré en avión a las 7 de la mañana y en cuanto llegue, te llamaré.
...Nunca llamaste, esperé y esperé y tu voz nunca sonó a través del teléfono, casi lo desbarato a fuerza de tocarlo, esperando ansiosa que me llames.
Pero no es posible, no, no podia creerlo, era una vil mentira y mi mente se negó a creerlo, no puede ser que el avión se haya estrellado, que no existan sobrevivientes. Lo dijeron los periódicos, la radio, todo el mundo, pero yo no lo creo, por eso ahora, al igual que todas las noche, te espero, me arreglo, me miro frente al espejo, quiero estar hermosa para tí, porque sé que esta noche vendrás...
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