cuento C 3 Junto al rio
participantes:
1 inicio... Ninive
2 desarrollo... efelisa
3 desarrollo hacia el final ... Mujerdiosa
4 final... hugodemerlo
*
Daniela recibió en la oficina un llamado del director del banco:
-Venga a mi despacho señora Duncan–
-¿De qué se trata?
-Prefiero hablar de esto personalmente. Venga a las tres.
Faltaban dos horas. Al llegar a su casa le extrañó encontrar la puerta sin llave. Roberto era muy cuidadoso. No podía habela dejado abierta.
Vió las llaves sobre la mesita apoyadas sobre un papel . Pocas palabras: “Un beso querida, te quise mucho. Roberto.”
¿Era una de las bromas de poco gusto de su marido? ¿qué significaba.?
Sonó el teléfono
-¿Familia Duncan?
- Sí
-Habla el sargento de policía Martinez.¿el coche matriculado 3345670 ¿es de la familia?
-Si,
Lo encontramos con las puertas abiertas. junto al río. Es necesaria su presencia y la de su marido en la central 34.
-Mi marido no está en casa….no sé dónde está…voy enseguida.
Demasiadas cosas incomprensibles sucedían ese día: el llamado del Director del banco, el mensaje de Roberto, el coche encontrado junto al río…¿qué estaba pasando?
*
Daniela toma la nota, le tiemblan las manos. No puede creer que Roberto, su esposo y ùnico amor haya tomado semejante decisión.
¿Qué quiere decir ese mensaje ¿que la deja? No puede ser. El llamado de la policía...el coche junto al río.
.... De pronto un presentimiento, en los últimos días Roberto estaba raro, hablaba de la muerte, del fin de todas las cosas... ¿Estaría enfermo?
Daniela abre el cajón de la mesita de luz, y encuentra unos sobres marrones con un remitente extraño: resultados de análisis , descubre horrorizada la enfermedad de Roberto.
¿Por qué no me lo ha dicho?
Tumor mieloide blastico con pronóstico favorable.
Se apresura a ir a la policía.
Maneja aturdida y , desesperada. Se siente dentro de una pesadilla.
Luego iré al banco piensa, ahora lo más urgente es saber qué pasó con Roberto.
Debía saber por qué su marido
había desaparecido ¿ por qué su coche estaba cerca del rìo...
*
Siente que su vida tomó un giro repentino e impensable apenas el día anterior. Es como una maldita pesadilla que la envuelve con brazos letales, matando toda pulsión de vida...
En ese momento se larga una fina llovizna que le impide ver con claridad el camino.
Se pregunta, ¿cómo pudo suceder?, ¿porqué Roberto calló semejante problema?, ¿acaso no son el uno para el otro y siguen supuestamente enamorados como el primer día?
Avanza inmensa en sus pensamientos y de pronto el coche pega un fuerte trompo, pero consigue enderezarlo a tiempo y prosigue su marcha. Se dice a si misma que una vez más, tuvo suerte. Agradece que tampoco había coches cercanos. Su corazón es un tambor que resuena implacable y feroz.
Llega a la zona indicada por la Policía y ve desde lejos dos patrulleros, y el auto de su marido que parece a punto de caer al río...
Estaciona al lado de un patrullero y se acerca a ella un policía con una carpeta en la mano. Después de las presentaciones de rigor, la acompaña para una revisión del vehículo.
*El auto parecía estar en buenas condiciones, la puerta del conductor abierta, las llaves puestas, y el interior normal sin indicios de robo ni nada parecido.
Roberto Duncan es un hombre de negocios muy capaz, inteligente, enamorado de la vida, de su mujer y de sus hijos, Daniela sabía que no era capaz de de hacer algo tan drástico sin pelear, el no era de esos.
¡Señora Duncan!... ¡señora Duncan! Daniela miraba hacia el río sin darse cuenta que le hablaban
¡Si…disculpe oficial yo…!
¡No se disculpe, entiendo señora Duncan! ¡los hombres buzos me informan que no encontraron nada en el río, así que roguemos porque su marido ande por ahí deambulando, o haya regresado a su casa caminando!
¡Ojala oficial, ojala!
Daniela llamó a su hijo mayor para que llevara el auto y ella subió al suyo en busca de Roberto, ya casi eran las tres de la tarde y como el Banco estaba cerca decidió pasar a ver al gerente .
Manejaba despacio por la rambla, mirando al río, vió a lo lejos la figura de un hombre sentado en unas rocas. El hombre que miraba el horizonte…era Roberto, detuvo el auto junto a un árbol, caminó lentamente a su encuentro, era un lugar que ellos solían venir a tomar mate por las tardes, cuando eran novios.
Faltando unos metros él se dio cuenta de de su presencia, giró la cabeza para verla y luego volvió la vista nuevamente al horizonte, ella llegó y se sentó a su lado.
¡Solíamos tomar mate en este lugar! ¿Te acuerdas? Dijo él
¡Venia pensando en eso! ¡Yo traía la canasta con el equipo de mate y vos los bizcochitos de grasa!
¡Me acuerdo como si fuese ayer, y vos te enojabas, decías que quería hacerte engordar! Jaja
¡Si me acuerdo, jaja, por eso yo traía las galletitas diet!
Un par de veleros navegaban a lo lejos, por encima, un par de gaviotas perdidas revoloteaban dando un marco romántico al lugar, junto con los golpes de agua sobre las rocas, donde ellos sentados se tomaron de las manos.
¡Sabes que hay un tratamiento…!
¡Lo sé!
¿Por qué lo del auto?
¡Soy un cobarde!
¡No digas eso! ¡Sos un luchador…lo sé, soy tu esposa!
¡Fui al banco, hay un tratamiento muy avanzado en Cuba!
¡Con razón me llamó el gerente!
¿Te llamó el gerente…te dijo algo?
-¡No…no fui todavía, vine a buscarte, vi la nota y me asusté mucho!
-¡Perdóname…además me exprese mal, puse te quise…y yo te quiero mucho mi amor, vamos a luchar juntos y venceremos la leucemia!
Se besaron como dos adolescentes apasionados sobre las rocas.
-¿Cómo te enteraste de la enfermedad? Preguntó Daniela
-¿Cuando fuimos a donar sangre para Martín...
-¡Como olvidarlo, casi me desmayo con lo que me sacaron de sangre!
-¡Bueno, siempre hacen un análisis antes de usarla!
-¡Y enviaron el resultado Dijo ella.
-¡Me puse como loco! ¡Te amo tanto que no soportaría el hecho de no estar más juntos!
-¡Pero mi amor, todo va salir bien ya lo verás! ¡En Cuba seguro vas a recuperarte!
-¡Creo que no leíste bien el resultado!
-¿Cómo que no? ¡Mieloide blastico, con pronostico favorable!
Roberto estaba sentado detrás de ella en una roca algo más alta, la abraza por detrás muy fuerte y le habla al oído.
-¡Es correcto mi amor! ¡A mi me enviaron el informe de los dos! La abrazo más fuerte aún.
¡Pero la que tiene leucemia eres tú Daniela…eres tú.
FIN
|