Al verte de cerca, pienso,
en que puedes ser tan mía
como la luna, el mar,
el lucero, el sol.
Fascinas todo mi ser; tú,
me cautivas entero,
tus gestos, tu boca de beleño,
tu nariz de corte perfecto,
tu cintura, tus manos, tu piel.
Quiero amarte al declinar el sol
para que dore tu parda cabellera
y tus ojos de color ambar.
¿Será que algún día serás mía?
Te amaría como al arte mío,
gozaría estar en tus brazos
y mirarte a los ojos mientras te amo.
Tu anular se enjoya con un cero
de oro florentino, y
me anuncia impaciente
lo lejos que estás de mí,
que soy yo el cero a la izquierda,
que eres tú, desde ahora, mi imposible
y lejano deseo.
En tu delicado cuello, quiero,
reposar mi barbilla, y en la comba
de tus muslos mi mano tersa.
Tu nombre, se engala de belleza
hasta tu nombre te queda perfecto,
ámame, como tú sabes hacerlo
bésame con pasión ignota
tómame con deseo profundo
haz de mí todo cuanto te plazca.