| Dejame la sombra para los agravios,las penas, las noches rogandote amor,
 para los fracasos, las malas palabras,
 los días de lluvia en los que no estoy.
 Dejame la sombra para las pisadas
 ebrias de mentiras, en las que me voy,
 para los desganos, los meses inciertos,
 los días festivos de sangre y sudor.
 Para que me envuelva de bruma y silencio,
 para que me pierda del cielo y del sol,
 para las mañanas en que me despierto
 casi convencida de que no soy yo.
 La luz, me la prestas para cualquier
 noche de organzas inmunes a la desazón,
 en las que se vuelan lejos los espantos,
 los presagios mudos, la luna en neón.
 La luz me la alcanzas mudo de reproches
 bordeando canteros de lluvias añil,
 me la das despacio para que te vea
 o cierre los ojos,
 o los quiera abrir.
 Mejor alcanzame, ya que estoy pidiendo
 un conjuro eterno, con un buen tamiz
 de luces y sombras, de mar y de río
 de llanto y sonrisa, de enero y abril,
 de lo que he tenido, de lo que me pierdo
 de sol y tiniebla, de espanto y trajín.
 
 Ponete a resguardo,
 no pierdas tu tiempo
 que de tanto darme
 te quedas sin mí.
 
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