participan:
*Inicio Zepol
* desarrollo pantera1
*desarrollo hacia el final godiva
* final silvimar
Cuento B 2
Drama en las alturas
*La anciana era la típica abuelita de los cuentos, pelito sedoso y platinado, gorro con revuelitos de encaje atado bajo la barbilla, oscura falda larga que solo dejaba al descubierto la punta de sus borceguíes de botones, bolso de tela cuadriculada enlazado en su brazo izquierdo y en su mano derecha la sombrilla abombadita con mango de porcelana.
Mientras los motores de American Airlines rugían su potencia de crucero, la anciana se levantó y con andar vacilante caminó por en medio del pasillo hasta el frente de los asientos.
-Señores pasajeros – anunció con voz cascada. Nadie le prestó atención. Entonces enarboló la sombrilla y con ella golpeó repetidamente y con una energía impensada para su edad, una de las ventanillas del avión. Poco a poco las miradas sorprendidas de los pasajeros fueron convergiendo en su rostro longevo.
-Señores pasajeros- repitió al saberse dueña de la atención - Esto es un secuestro.
Carcajada general. La anciana paseó una fría y rápida mirada por los pasajeros y sin inmutarse prosiguió.
-Y dado que por lo visto no lo creen… - apuntó su sombrilla al carrito de las bebidas y las botellas estallaron al ser impactadas por dos disparos certeros.
Fue suficiente para que un silencio sepulcral envolviera al avión de la cabina a la cola.
-Así está mejor- apuntó- Y ahora, y sobre todo los hombres, pongan atención. Si cooperan, nadie saldrá herido, de lo contrario… -desabotonó con dificultad su blusa y ante el asombro y el pánico instantáneo de la gente, apareció una apretujada serie de cartuchos de dinamita que le envolvían el busto como un corsé de pesadilla.
*Tanto los jóvenes como los mayores clavaron sus miradas en la supuesta anciana que los recorrió uno a uno apuntándolos con su sombrilla.
-¡A ver tú, acércate!. dijo eligiéndo a uno bien vestido de mediana edad. Éste se hundió en el asiento, pero su acompañnte le dio un pellizco que lo hizo saltar y soltar el cinturón de inmediato .
Miró a todos los pasajeros y les hizo notar un cordón rojo que colgaba de los explosives, con sombrilla en ristre conminó al nervioso pasajero se dirigiera a la cabina del piloto a entregar un mensaje.
El emisario no regresó a su asiento, Comenzaron las turbulencias creando una situación de mayor pánico a bordo de la nave.
En unos instantes se escuchó la grave voz del capitán:
-¡Estamos en una emergencia, no queremos poner en riesgo sus vidas. Por lo cual nos detendremos en el aeropuerto internacional de New Jersey a concreter la primera petición de nuestra atacante.
Un murmullo de sombro y espectación sacudió aún más a la nave.
Transcurridos treinta minutos de vuelo el avión se posó en el aeropuerto sin detener los motores., todos los pasajeros dirigieron sus miradas hacia la pista, donde desde un jeep bajó un hombre alto con un sombrero a lo Robin Hood.
-¡Es él, déjelo subir!, exclamó exitada la abuela.
El capitán en persona introdujo al recién llegado…
*Los expertos del operativo de seguridad, montado para controlar la difícil situación se mantenían expectantes. Cualquier error podía provocar una tragedia.
Apenas el nuevo pasajero subió al avión, la anciana se dirigió al piloto.
-No te preocupes, ya no te necesitamos- dijo riéndose, al ver la palidez en el rostro del capitán de la nave. Con destreza, lo amarró a uno de las butacas, haciendo caso omiso de sus acaloradas protestas. El resto de la tripulación, miraba la escena sin atreverse a intervenir.
Mientras tanto, en la cabina, el hombre de mediana edad que se había encargado de trasmitir el mensaje al piloto, comenzaba las operaciones para reiniciar el vuelo, ansioso por llevar a cabo su parte en el plan.
-Bueno, señoras y señores. Quiero que conozcan al señor Parker, presidente del Sun National Bank.- les comunicó la abuelita a los aterrados pasajeros, señalando al hombre que acababa de subir al avión.
Todos miraron intrigados al extraño del sombrero a lo Robin Hood.
-Prepárense- Continuó la secuestradora- Nos dirigimos hacia nuestro siguiente objetivo. Espero que me brinden su desinteresada colaboración.
En la última fila, alguien observaba con mucha atención la portada del periódico matutino. “Presidente de banco prófugo” decía el titular.” Se lo acusa de transferir fondos de las cuentas de clientes ricos del banco, hacia destinos desconocidos” continuaba explicando la nota.
*También había una foto del gerente, un hombre muy particular y que le parecía reconocer, cuando la viejita presentó al hombre con el sombrero de Robín este lo observó disimuladamente con el diario abierto casi tapándose la cara, se dio cuenta que era el mismo, entonces no le habían dado mal el dato que viajaría en ese avión, como el era un detective secreto del FBI le habían designado esa misión, la de encontrar al gerente que se fugó, mucha gente había sido perjudicada por el.
Esperaría el momento justo, puesto que estaba en desventaja, ellos eran tres, la viejita, el gerente y el que dirigía el vuelo del avión.
El avión alzó vuelo sin saber el destino que tenía los pasajeros estaban muy asustados.
El viaje fue bastante largo, mientras tanto la viejita se dirigió al baño mientras eel gerente apuntaba para que nadie se mueva.
Ella hizo mucho malabares en ese baño tan chiquito para poder cambiarse, sonriente y satisfecha se quitó esa peluca que le molestaba tanto, se quitó todos esos cartuchos vacios del cuerpo y se puso un vestido rojo transformándose en una hermosa mujer con excelentes curvas y un cabello lacio y abundante que la hacia muy sensual, se pintó los labios, se sacó los lentes de contacto opacos y aparecieron unos ojos verdes preciosos.
Se abrió la puerta del baño y todos se dieron vuelta, no podían creer lo que veían, una mujer hermosa cuyo rostro era muy conocido, ella era una famosa periodista de televisión.
Sonriente al verlos tan asombrados lanzó una carcajada.
--¡Bienvenidos de nuevo pasajeros! Espero sepan disculpar tanta molestia, no había otra manera de hacer justicia por tanta gente que se está muriendo de hambre y junto con Robert que es el ideario de todo esto decidimos repartir tanta fortuna mal habida, porque solo seleccionamos el dinero de grandes políticos y de otros señores que lavan el dinero de los narcotraficantes, mi nombre es Marian y el señor que está en la cabina es un cura que también quiere hacer justicia, esperamos que ustedes nos ayuden o por lo menos no se revelen.
Ya estaba llegando, el avión fue buscando un claro en el medio de una selva que se encontraba en un lugar muy oculto, "El impenetrable" se llamaba el lugar donde vivían unos indígenas que habían perdido todo, hasta sus tierras.
Cuando bajaron llenos de alimentos y útiles escolares, computadoras, vestimentas y muchas cosas mas los estaban esperando junto con una cantante muy prestigiosa que tenía una fundación, los niños tenían tanta alegría, las mujeres y los hombres lloraban emocionados.
Los pasajeros ayudaban a bajar las cosas, después de todo esto había sido una aventura mejor que lo que habían planeado.
Al terminar y como despedida los agasajaron con comidas típicas y cantaron y bailaron, todo fue alegría y emoción.
Como premio a la angustia que habían pasado los pasajeros a cada uno los llevaron a su destino, el detective no dijo una sola palabra y también ayudó.
De regreso al lugar de partida el piloto dijo como excusa que habían tenido fallas mecánicas, cada uno retorno a su casa con la conciencia tranquila y felices por haber ayudado con su granito de arena y el dinero fue devuelto a esa gente que tanto lo necesitaba.
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