Recuerdo mi casa pequeña, mí infancia feliz y a mi madre siempre silenciosa haciendo los quehaceres del hogar,colocándo flores blancas:Manzanillones e Ilusiones blancas,humildemente hermosas y que iluminaban el comedor y lo agrandaban.
Cuando diviso estos en algún jardín, es como si te fuera a encontrar ahí, a mí lado, observándome con ternura mientras el sol entibia mis viejos huesos.
Silvia Parra Baeza