¡¡¡Marado¡¡¡ ¿¿Marado??
Dio su vida por la albiceleste,
en Nápoles lo creyeron santo,
llegó a tener más fama que el Papa,
el periodismo se alimentó de su mano.
Modificó la estructura del fútbol,
en el mundo es un secreto a voces,
fue el mejor de todos los tiempos;
Pelé, con su silencio nos responde.
Una virtud rescatable en el astro,
experiencia aprendida en los medios,
llegó a entender que quien tienen poder,
usufructúa la esencia pura del potrero.
Notable diez de dieces,
epopeyas deportivas a logrado,
sumo heroísmo dentro de un estadio,
pisoteado por su persona ha quedado.
Condiciones perfectas su performance,
países y poderosos lo han sufrido.
Condiciones ordinarias como hombre;
su vulgaridad, la nación ha padecido
.
Desmitifiquemos la distorsión mediática,
demos el justo sentido a las versiones,
quién gobernó el mundo futbolístico,
no puede gobernar sus emociones.
Usemos el menos común de los sentidos,
el sentido común nos llama a gritos;
el excelente deportista de Argentina,
socialmente, es más grave que un político.
No temamos a los medios, que no son medios,
son cipayos de groserías e ignorancias,
emanadas de un genio prodigioso,
don que solo le sirvió en una cancha.
Él no supo superar la antítesis,
de “villero” a la fama sin previo aviso.
En esta vida ya no podrá digerirlo,
por su profundo problema de egoísmo.
El responsable principal ha sido el pueblo,
que alimentó y defendió sus actitudes,
siendo cómplice con la droga consumida,
disfrutando sus picardías como virtudes.
En el fútbol nos dio muchas alegrías,
fuera de él, solo problematicismo;
sus enemigos han sido todos aquellos,
que han mantenido pensamientos distintos.
La hipocresía social que lo mantiene,
pavor tiene de expresar su sinceridad,
ha preferido vivir en la mentira;
si se revela, la mentira, lo aislará.
Un egocentrísta abusa de su condición,
cuando tiene obsecuentes en su entorno,
es fantasma gigante que crece y crece,
alimentándose de la masa sin retorno.
Su drogadicción no solo fue autodaño,
generaciones de jóvenes lo siguieron,
a su encumbramiento no le importó nada:
(y los inocentes de Malvinas, revivieron.)
No tendríamos que dar profundidad,
a un ser estrictamente deportivo,
girar en torno a sus comentarios,
es limitar la realidad con un castigo.
Los problemas del país son más amplios.
que escuchar conceptos sin sentido.
El poder polítco-judicial y otras mentas,
en banquillo, a ponerlo, han decidió;
para tapar corrupción e impunidad,
viven del Diego, a sus espaldas escondidos.
Hoy morar en Argentina es tercer mundo,
rebajarnos a convivir con “próceres” establecidos:
(bajo su bandera Manuel Belgrano llora,
San Martín, volver quiere a su exilio.)
|