Amarillean en los camposantos mis letras grabadas en el suelo. De nombres que ya no suenan, en cajas donde se encierran a los hombres que ya no tienen sueños. Amarillean los camposantos de amapolas que rojas ya no son, si no negras sombras, como la tierra sin sol donde se perdieron. Eran letras y eran flor; Ahora, muecas rotas de lo que fue y los que se fueron. Amarillean los camposantos el rincón donde enterré la memoria -toda- de mis recuerdos. Dedicado especialmente y con cariño a sandalo, ya que ayer 5/6/12 falleció su papá.
Texto agregado el 06-06-2012, y leído por 416 visitantes. (7 votos)