Algunas tardes que los bosques alcanzan la altura de mi tristeza: Senderos secretos que mi infancia trazo y cuido con tanto amor. Y cuando los años y la distancia parecen levantar una barrera infranqueable, Tomo una tierna hoja perfumada de eucalipto y vuelve a florecer todo ese bosque en mi pecho.
Texto agregado el 05-06-2012, y leído por 188 visitantes. (1 voto)