Irritar la mucosa psicológica,
utilizar algo empírico… con filo,
… “¿el origen de las civilizaciones que nunca existieron?”,
o un detalle aun mas simple,
perturbar algo hermoso,
lo ultimo seduce mas.
Es posible que nunca me llegues a amar,
con el tiempo es un resquicio tolerable,
el solo hecho de soportar mis insolencias es un valor en si.
Prefiero tu cuerpo tonificado,
el castaño y tus ojos inquietos,
tu cadera en movimiento,
las palabras insulsas pronunciadas por tu exquisita voz,
y persistir en irritarte para retenerte en un lugar nebuloso,
protegido de mis perversiones.
Salir de noche y extraviarnos en la vorágine,
rescatarnos para seguir en el acto ilícito,
y molestarte,
perturbarte constantemente…
alargar lo abrupto del fin maldito,
porque sientes que vamos a llegar a ningún lado.
Así es este asunto,
disfrutar hasta ver el fondo,
es cuestión de tiempo,
pronto me descubrirás,
lo que soy,
la vieja y perniciosa escultura agrietada tras el cortinaje sucio.
Ahí lo nuestro acaba.
Me preocupa pensar que la base de todo es la inestabilidad.
-¿Qué vamos hacer?.
-No lo se… ¿destruir un imperio?.
-¡Ridículo!… eres muy ridículo…
(Hermosa e ingenua… perfecta)
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