Esa noche lo sueña; trayéndolo de veinte años de ausencia.
Se acuesta a su lado y encima de él, sumergiéndose los dos en un beso que la despierta por la intensidad.
Cierra los ojos de nuevo con fuerza, pero el sueño no vuelve y sintiendo el olor de su cuerpo, que perdió hace mucho tiempo, imagina una escena de amor tórrido con ese hombre que vive en algún lugar; pero que ya no existe.
Texto agregado el 04-06-2012, y leído por 142
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