Suenan las campanas, indican la hora de despertar.
De volver a la tenue realidad, de admitir los hechos tal cuál son. Dejemos de mentir y tiremos las fichas de una vez por todas. Confesemos los secretos, gritemosle al mundo lo que realmente somos, lo que realmente soy.
Un din fin de palabras se atraviesan por mi boca y dan indicio de querer salir, pero a medida que pasa el tiempo, las salidas van cerrándose y lo único que queda es el sonido de sus murmullos asomándose y tratando de encontrar un sitio hasta que sea el momento de huir.
Texto agregado el 03-06-2012, y leído por 114
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Lectores Opinan
04-06-2012
esa terrible agonía, que se llevan mis ***** lecondesky