Ella

Ella se desliza suavemente invadiendo nuevos territorios. Sobrelleva su carga, temerosa pero resuelta. En su camino puede haber altibajos, zonas de salvaje espesura, otras más lisas y llanas.
Un viento pesado, la dirige hacia el lugar opuesto en su recorrido. Es caliente y oloroso.
Proyecta su ingreso a una zona oscura y escarpada. Hiende la superficie como puede y un reflejo dorado se instala con máxima brillantez. Hace falta un recuento de los tesoros, Los cuenta uno por uno, advirtiendo que ha dejado atrás del terreno escarpado a varios. Se posa en una superficie lisa y aterciopelada, algo la arrastra salvajemente y la hace trastabillar.

El hombre se ha quedado dormido, bajo el sol. Algo le camina sobre el párpado cerrado. Con un ademán se saca en forma brusca la hormiga que camina muy oronda por su frente.