Todas las noches son frías, lúgubres, inciertas, sin excepción así lo son, como también son toscas y apresuradas aquellas afirmaciones de que al calor de la noche verbigracia un buen sexo con preámbulo llámese una cena o un vino; tendría lugar sin antes saciar placeres más complejos.
La mañana del 12 de Agosto Dolores posaba los accesorios filosos en las tiras de cuero de su hermosa gabardina igualmente en piel curtida;con la delicadeza primorosa de las féminas acomodo sus senos en el sostén copa doble d, claramente eran unos pechos esplendorosos, bellos y firmes, la lesbiana de Safo de Lesbos habría ordenado la más robusta erección de su clítoris a su perverso consciente con estar al frente esas masas formidables de tejido adiposo tan deseables para varones y mujeres homosexuales, un rostro pálido y raso secundaban su excelso ser, toda una esplendida tragedia era su cuerpo del que hasta el más hastiado hombre jamás hubiera podido dejar de pensar, era como esos recuerdos en los que te desprendes hasta que te das cuenta que el mosquito hembra a succionado la suficiente sangre y ha comenzado a dar comezón.
Dolores poseía una mente con los bríos propios de la sabiduría, a su corta edad la guerra y estrategia la secundaban solemnemente. Aquella mañana al termino de su vestimenta tomo las llaves de la casa, y salio a recorrer el mundo tan reducido que le proporcionaba su pueblucho, caminar, caminar y caminar... así le penetro la noche a nuestra heroína hasta que oteo a su primer paquete.
Once y media de la noche, caminando por el bulevar con escaso alumbrado y potentes ramificaciones verdosas puedo observar a una pareja de viejos enamorados, sé que son las victimas idóneas, un regalo sin duda de Minerva -pense- me quite las gafas negras que cubrían mis expresivos ojitos grices, también me desprendí de la gabardina, luego entonces me acerque...
Mis potentes tetas asombraron al sujeto que al bajar la mirada nunca dejo de sostener esa gesticulación de lujuria nata de los hombres indiscretos y apresurados, la mujer con menos impresión también le hecho un ojo a mis chichotas, entonces fue el momento... ¡Verga! corte de un tajo las gargantas de esos dos sujetos y al mirar el decantamiento hematico moje mi entrepierna, entonces baje el elegante pantalón del caballero y con un poco de su sangre comencé a frotar su pene que presumía una importante distancia, con la mano suelta tome también sangre y la introduje por debajo de la falda de la mujer: ¡Vaya puta! exclame al sentir con placer que no usaba ropa interior y pequeñas gotas de semen aún salían de su vulva, no obstante la distracción inmediatamente busque su clítoris y lo frote con la fuerza de mil corceles en celo, entonces... el observar la fruición y el dolor juntos explotaron mis ganas, empero las dos personas habían muerto, fue maravillosa mi impresión cuando me percate que el hombre aún tenía el falo erecto gracias al rigor mortis por su magnifica muerte, entonces no aguante las ganas y me la clave en el ano, ciertamente la tarde de ese día habia ingerido un delicioso corte de filete de res... entonces mis excrementos estaban en proceso y con lo largo del miembro no pude más que sentir como se empotraba en mis eses... No duro lo suficiente esa penetración y en general la escena cuando me di cuenta que unos hombre uniformados corrían al lugar... les grite -¡Malditos cerdos! y me eche a correr en búsqueda de más dulcecillos... |