Como si tuviese que salvar al mundo de uno en uno,
así era su misión.
Escondía una reivindicación tan grandiosa,
como la de justificar una vida.
Mientras,
el mínimo tiempo se iba descontando ante sus ojos.
Huía dos horas delante de su verdugo,
con tensión de tigre caminando entre hierros.
Lo último será lo que perdure en lo eterno, pensaba.
Detenerse a beber el letal paisaje
o seguir sosteniendo esa ínfima diferencia con el final..
Todo el tiempo transcurrido antes siempre estuvo muerto;
no se parecía en absoluto a esas horas definitivas
en las que el cuerpo exaltado lame las últimas gotas.
En las que el ancho cielo se bifurca.
Palpar por fin ese amor que se abre milagroso
para caminar despacio hacia el precipicio.
Texto agregado el 03-06-2012, y leído por 300
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Lectores Opinan
14-10-2012
Y la pregunta es... Cuantas vidas le quedan al tigre..?
Muy bueno me gusto mucho. mandarina-26
11-06-2012
me trae a colación "crónica de una muerte anunciada", no sé porque...Snatiago Nassar..con las entrañas a flor de piel.... Noc