La gente se ríe como ahogada,
como mártires de la guerra
cóncava y desfazada.

Los árboles chillan cabizbajos,
se apretan las raíces contra el
útero constreñido de la semilla
y retuercen los pescuezos

como AMIGDALAS muertas.

El rocío abandona el estado de inanición,
se reprimen las carnes retorcidas
y el corazón vuelve a nadar
en el opio

en la sal

en el sexo húmedo.

- Vuelven a escribir los PROSOPOETAS
y se acartona el ESCARMIENTO
como LACTEOFILIA de bebedor
acuático -

No sirve la palabra.

No sirve la palabra.

¡NO CIR BE LA PAL AVRA!

Contracción de los diminutivos,
abstracción del idioma (la langue),
sufijación de los determinismos,
prefijación de la SABIA ideología...

¿Sabia ideología?

¡SAVIA IDEO GEOLO GÍA!

Matrimonos putasexuales de tierra y
misóginos cayendo en la pradera
de Waterloo, sangre recordada por
mil marchantes vestidos de colores

- del color del ejército de NapoLeón -

¡El triste tigre trata blancas en el trigal
a escondidas del tetrapoliedro
tetrástico de la tetronimia
tetralateral entristecida de la parentela!

- los poemas vuelven a ser escritos, el
poeta desglosa la caricia y se entreteje
con la saliva en las manos: gancho de lápiz,
gancho e hilo de tinta china entre
los dientes: escupir la palabra como
verborrea escandifría rusopoliedra -

Los poetas salen a la calle:

espera el sostén en el cable de la ropa,

se deshilachan los calzones en los maniquíes.

Se deshilvana la palabra en el
papirario.