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Inicio / Cuenteros Locales / Mirot / El oscurantismo en la era de la información.

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El siglo XVII, ha pasado a la historia, como “El siglo de las luces.” La humanidad presenciaba como el conocimiento emergía de las sombras, de la mano con la ilustración y la enciclopedia. Era el alba de lo que vendría ha ser posteriormente, la era de la información, las ciencias comenzaron a florecer y políticas masivas de educación comenzaron a ser tenidas en cuenta por pensadores como Diderot y Voltaire.

Toda esta explosión y ansias de conocimiento, eran históricamente justificadas. La metáfora del “Siglo de las luces”, cobra mucho sentido, cuando observamos que antes del siglo XVII, la humanidad estaba hundida en lo que pasaría a la historia como el Oscurantismo. Así las mentes de Rousseau, Diderot, Kant y Descartes, entre otros, se alzan como cirios en medio de las sombras de la Europa medieval y precapitalista. Dentro del reinado del oscurantismo, los individuos vivían sumidos en la mas completa ignorancia, poco o nada podían aportarle a su nación y dentro de las pequeñas villas en donde vivían, rodeadas por inmensos bosques, la imagen distorsionada de los extranjeros los pueblos vecinos, moldeo en el hombre medieval pequeñas etnocentristas concepciones del mundo. Por otro lado, teocracia ejercida por los curas católicos inculcaron en el pueblo un temor divino a evolucionar científicamente, por el temor a entra en choque con las ideas clericales. Tal es el caso de GALILEO que juzgado por la inquisición debido a sus teorías sobre la rotación de la tierra, tuvo que retractarse de ellas, cuenta la leyenda, que sin embargo, en voz baja y evadiendo la mirada de sus verdugos, murmuró: “y sin embargo se mueve”.

Tal era el panorama del oscurantismo, individuos aislados, temerosos de sí mismo, sin posibilidades de crecer autónomamente, rodeados por bosques llenos de demonios, trasgos y seres malignos, vi9viendo con la única esperanza de un reino celestial al cual solo se podía aspirar, obedeciendo a una secreta voluntad establecida, pero que tímidamente murmuraban: “ y sin embargo se mueve”.

Con este panorama, no es difícil entender como las mentes mas avanzadas, idearon estrategias para establecer comunicación entre los individuos, una comunicación basada en el conocimiento, y así desde los primeros intentos, como la enciclopedia hasta las especializadas redes de nuestros días, la premisa ha sido la información, el derecho al conocimiento. El único problema ha sido que desde los primeros y tímidos cirios de l siglo de las luces, hasta nuestros días, hemos tenido que ver la aparición de la bombilla gas, las luces de neón y la electricidad, que convirtieron nuestros pensamientos en una inmensa infraestructura luminosa similar ala de los circos y ciudades de hierro. Si lo campesinos medievales levantaban torpemente las manos para no caer en la oscuridad, el hombre postmoderno, se detiene confundido por que no puede decidiese a donde mirar.

LA PRADOJA DE LA INFORMACION Y EL AVANCE INTELECTUAL.
En la actualidad de un individuo promedio se informa a través de los noticieros televisivos, la radio, prensa e Internet, además de ello es continuamente bombardeado con publicidad de todo tipo, que exacerba sus sentidos y pasiones. Un joven estudiante que antes debía de enfrascarse horas en una biblioteca, encuentra ahora por vía Internet millones de paginas sobre un tema equis, incluso puede seleccionar un trabajo ya elaborado, como propio. Otro individuo desea encontrar el significado de una palabra desconocida y ya no la tiene que buscar alfabéticamente, solo la escribe y elige el icono a buscar dentro de una enciclopedia multimedial y listo ya esta. Es cierto, en el mundo moderno parece que tenemos todo al alcance. Un hombre en el siglo XVII recibía menos información en toda su vida que la que trae cualquier diario nacional. Saber esto nos da cierta seguridad y confort, pero también es cierto que un niño de 6 años tiene la capacidad de aprenderce las tablas de multiplicar mientras, que Pitagoras apenas las dedujo cuando era un adulto y que cualquier estudiante de filosofía en caso de encontrarse con Socrates podrían hablar de tu a tu. Pero ¿ Esto hace a la niña de 6 años y al estudiante de filosofía más adelantados, inteligentes o geniales que dichos griegos? De ninguna manera, solo los hace mas informados, pero ninguna estaría en capacidad de generar planteamientos autónomos tal como lo hicieron Platon y Socrates.



Poseer tecnologías informáticas no nos asegura de ninguna manera el entendimiento de los fenómenos en si, es decir estar informado, no nos conocer la verdad y menos comprenderlos.

Un caso bastante representativo, es el de la pasada guerra en Irak. Nunca el mundo presencio tal cobertura en un conflicto. Cámaras en las trincheras y en las calles de Bagdad, hacían parecer al conflicto un reality, que todo el mundo veía. Sin embargo ¿Tal reality nos aseguraba la realidad de los hechos? La respuesta, es no. Los medios en dicho conflicto no fueron equitativos, es decir, se convirtieron en actores del conflicto. Tristemente, son pocos los que realizan tal análisis. La mayoría quedan felices, como queda cualquiera que ve "Expedición Robison” y se asegura a si mismo que vio la realidad y intimidad de los hechos.

LA ANSIEDAD DE LA INFORMACIÓN.
Otro problema que se genera dentro de la sociedad de la información e s el afán por conseguir la misma. Se a creído que si lo que prima es la información, un individuo entre mas posea, mas es. Esto ha desenvocado en una necesidad casi patológica por conectarce a los medios, en especial a la Internet. David Shenk, en su libro “La niebla tóxica de los datos” menciona: “Ahora nos encaramos a los riesgos de una obesidad de información”
EL OBSCURO POSTMODERNISMO.
Hasta aquí he expuesto algunos factores que ensombrecen el hasta ahora democrático panorama de la era de la información. Es cierto que no todo es desventaja, gracias ha dichos medios nos hemos podido enriquecer culturalmente y nos hemos comunicado con nuestros seres queridos que se encuentran lejos. El punto esta en que el hombre del siglo XXI tiene el deber civil de realizare como un sujeto critico-emisor y no como un simple receptor pasivo. De no hacerlo así, el riesgo que tomamos es el de sumirnos de nuevo en las sombras, de un postmoderno oscurantismo, en las cuales lo individuos estarán aislados del mundo exterior, rodeado ya no por bosques, si no por inmensos tramados de cable y redes, temerosos de lo que los rodea. Los futuros demonios y trasgos, no serán mas que nuestras incapacidades para asumir posiciones analíticas. Tal vez para entonces, a pesar de tener plena conciencia de la rotación de la tierra, no podamos decir por nosotros mismos: “Y sin embargo se mueve.”

El oscurantismo no es mas que la triste metáfora de lo que no podemos ver por ausencia de luz. Hoy cuatro siglos después de “El siglo de las luces”, la era de la información es la metáfora del exceso de luz y nosotros. Hoy podemos decir a ciencia cierta, que tanta luz también enceguece.

Texto agregado el 06-05-2003, y leído por 1784 visitantes. (0 votos)


Lectores Opinan
17-03-2004 Hombre me asombras con esto... muy muy bueno Florentino_Fuentes
07-05-2003 El control de la información SIEMPRE ha sido privilegio de una minoria. El oscurantismo, por un defecto por un exceso de luz, siempre es por el mismo motivo. Me ha gustado mucho tu texto, que paradójicamente disfruto gracias a los fogonazos de Internet ;) yihad
 
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