El pobre hombre se despierta sudoroso, con una sensación de angustia en el estómago. Ha pasado la noche perseguido por unas niñas saltando a la comba. Eran muy guapas, con rizos dorados, parecían ángeles, pero sus ojos vidriosos daban miedo, su mirada era gélida y no paraban de cantar con una voz monótona y fría una cancioncilla que retumba en sus oídos:
" Don Federico mató a su mujer
la hizo picadillo
y la puso en la sartén.
La gente que pasaba
olía a carne asada
era la mujer de don Federico"
En el sueño intenta huir, sube cumbres escarpadas, cae por abismos interminables, pero siempre están ahí. esas niñas saltando y cantando esa horrible canción.
Don Federico.........................................
Recupera la calma y se levanta. Al entrar en la cocina ve a su mujer, fregona en mano, con la bata de guata y cuatro rulos mal puestos:
-¡ Federico!, mira que te lo tengo dicho, que no me pises el suelo, pero claro, al señor le da igual el trabajo de su mujer. Pero si ya me lo decía mi madre, mira que no te cases con ese muerto de hambre, un pelagatos...y yo tonta de mí no la hice caso, más me habría valido...!!
Los ojos de Federico se clavan en la encimera donde reposan los cuchillos que compraron en la tele tienda; capaces de cortar el acero.
Finales posibles:
Opción A; Federico se deja llevar por las voces que atruenan su cabeza, el sueño se hace realidad, coge uno de los cuchillos y...Música de Psicosis, escena de la ducha, de fondo unas niñas cantando y sangre, mucha sangre.
Opción B: Federico coge la puerta, sale huyendo de si mismo, de las voces, de esa vida.
Opción C: Se admiten sugerencias. |