Hoy por fin lo lograste, venciste mis barreras, acabaste con mi diccionario de autoayuda para madres con depresión injustificada y constante.
Hoy finalmente me diste fin, con el filo certero de
tus palabras sin sentido, iguales a las de ayer y a las de mañana.
Quise volver al comienzo de mi libro de frases sabias aprendidas de memoria…
A la primer pàgina, con esa inicial frase que recitè, feliz de ayudarte, a mis diez años… o a mis quince o a mis treinta… y hasta recièn… cuando llamaste…
Y las encontrè en blanco,
Me quedè sin repertorio, sin defensas
Desnuda
Inacabada
Y tan sòlo brotaron làgrimas…
En inacabable vertiente, puras, necias, tontas, … tantas…!!!
Ahora que encontraste el lìmite…
Deberàs esperar que me reponga, que me reinicie,
O que vuelva el amor…
para rellenar mi disco rìgido de palabras vacìas para tu oìdo agujereado
Hoy no pude satisfacer tu necesidad de energìas
Hoy soy tu bastòn quebrado
No me queda resto…
Consumiste todo y deberàs reproveerte
Quizà con sangre fresca o con un corazón sano…
Que el mìo se parò en seco, incrèdulo y asfixiado…
Y sin embargo, vuelvo una y otra vez a ese misterio…
De pensarte ida… de imaginar un mundo sin tu presencia constante
de martilleante tristeza…
Y me digo… què pasarà cuando no estès?
Quièn desempolvarà mis recetas de felicidad, que jamàs preparaste...?
Quièn se acordarà de mì?
Aunque sea para desmoronarme y recordarme…
Que no hay dicha posible,
Que la insatisfacción es constante,
Que la vida no vale,
Que no hay nada màs allà de tu ombligo,
Que la existencia es inercia,
Y es angustia irremplazable,
Y esa inmensa “nada anestesiada” en espera de la muerte…
que te encargaste de enseñarme?
Seguramente te extrañarè
Y tanto por tu intensa presencia,
por haber librado por vos, mil batallas perdidas de antemano
Y porque aùn asì,
Sin aprendizaje, ni escarmiento…
Te seguirè queriendo tanto! |