La noche con rapidez se tiñe de negro escarlata
Salpicadas de luces titilantes, ora rojas, ora granates
Se adueñan de la inmensidad del espacio pozo profundo
Hipnotizante me atrae, me sumerjo en su abismo
Como un mar plagado de tachuelas brillantes, casi sonoras
Melodías manifiestas, armoniosas, con un dejo celestial
Todo en un orden establecido de notas en escala musical
Noches de serenatas, con millones de tonos y grandiosidad.

Cientos, miles de estrellas cuento en mis noches de soledad
Y cada una de ellas con mis manos quisiera tocar
En mi fantasía y en mi realidad las estrellas no paro de contar
En cada una de ellas siento que un mensaje da, ¿será real?
Pero es una realidad las estrellas con su fulgor me atraen
Penetran en mis ojos cual espejo refleja todo lo que ve

En su piélago insondable infinitas luciérnagas en compás
Me lleva, no paro de contar, son como cuentas de fina plata
Sigo contando, más y más sin cesar como en letanía sin parar
Quisiera elevarme al cielo y entre ellas volar y con bríos danzar.

Ray