TEMBLOR
Coautores: godiva-girouette-zumm-rhcastro-martincruz-hugodemerlo
1
Ese día, Laura experimentó la extraña sensación de que algo terrible iba a suceder. Sentía una especie de opresión en el pecho, un incómodo malestar en la boca del estómago, y las manos le temblaban. Para colmo, el calor y la humedad eran agobiantes. Grandes nubarrones de tormenta, se agolpaban detrás de las montañas. Notó, que a pesar de su lucha por conservar la calma, aquella inexplicable angustia pugnaba por salir. Cuando sonó el timbre, algunas horas después, llovía torrencialmente. Su marido aún no había regresado del trabajo; los niños dormían.
2
Javier y Daniela dormían plácidamente. La lluvia arreciaba y la sensación de malestar de la mañana se había casi aplacado cuando escuchó nuevamente el timbre. Quiso ir a abrir la puerta pero una fuerte sacudida la hizo perder el equilibrio. Se sentó en el sofá, todo se movía !estaba temblando! y la intensidad iba en aumento, pensó ir a ver a los niños al dormitorio y nuevamente un movimiento la zarandeó con fuerza. !Terremoto! Algo cayó en la pieza de los niños y los dos comenzaron a llorar asustados . El movimiento se había calmado.Ya no temblaba, Laura llegó a la pieza de los niños y los abrazó. Estaban aterrados como ella. Entonces golperaron con insistencia¿ sería Arturo que llegaba del trabajo? Abrió la puerta ...
3
y avanzó tambaleante hacia el recién llegado. Lo reconoció, aún antes de mirarlo, por el suave olor a tabaco que emanaba. Era su vecino, el anciano señor Ross quien venía preocupado a darles una mano si fuese necesario.
-¿Los niños están bien, Laurita? -preguntó angustiado.
Laura pugnó por no estallar en llanto y abrazó con fuerza a sus hijos.
-Por suerte no nos ha pasado nada, pero Arturo no ha llegado aún. Se han roto algunas cosas pero estamos bien.
-Ha sido un temblor grandísimo. Al conserje no lo encontramos por ninguna parte. Me temo que haya quedado aprisionado en el sótano, junto a la caldera. Varios vecinos van hacia allá.
-¿Ud. cree señor Ross que no haya ocurrido nada en el metro? Arturo debió viajar en él, en el momento del terremoto ...
-!Cálmese, Laurita! Ya le he dicho que solo fue un temblor muy fuerte, pero no un terremoto...
El señor Ross trataba de quitarle importancia a la situación que estaban viviendo, pero en su interior rebullía un temor intenso. En realidad no estaba acostumbrado a estos movimientos de la tierra que siempre podían terminar en algo peor.
No era de la ciudad al igual que Arturo y su familia. Por eso estaban tan asustados.
4
Se escuchan sirenas por todas partes. Laurita enciende el televisor que parpadea sin señal. La radio sintoniza lejanas voces que la confunden.
Algo està mal,intuìa. No existe manera de informarse. Desesperada le pide al señor Ross que la lleve a indagar. Toma a los niños y se dirige donde la vieja camioneta del vecino.
El señor Ross maneja con precauciones extremas. Las personas en las calles son un solo lamento. Algunos trepan al cofre, se cuelgan de las manijas de las puertas. Imàgenes impresionantes de quienes buscan a su familia.
A lo lejos se ve la ciudad en llamas. Policìas y varios vehìculos pesados impiden el paso... Laurita quiere correr, arrebatar el volante al señor ross, comienza a levantar la voz y el conductor se distrae. Es cuando..
1 final el señor Ross detiene bruscamente la camioneta y aferrado al volante, con los ojos desorbitados mira fijo a Laura y pregunta:
-- ¿Que día es hoy?
-- Veinte de diciembre 2012 ¿Porque? –responde sin entender la pregunta.
-- ¡12 Baktun, 19 Katun, 19 tun, 17 Uinal, 19 Kin!¡La profecia.. la profecía! –grita enloquecido -- ¡Está llegando el quinto sol!
Ante la mirada de terror de Laura, abrazada a sus dos hijos, el señor Ross abre la puerta del vehículo y sale corriendo
--¡La profecia.. la profecía! –continua gritando -- ¡Estás llegando quinto sol ¡Estas llegando 13 baktun, 1Ahau… Voy contigo!
Una inmensa bola de fuego que venía rodando por la calle, calcinó al señor Ross que la esperaba de rodillas y con los brazos abiertos.
2 final
Otro temblor mucho más fuerte que el primero estremece la ciudad entera, cada vez se ven más luces en el cielo, el edificio de la alcaldía se parte al medio y la tierra comienza abrirse y levantarse. Una inmensa nave nodriza emerge de la misma entraña de la tierra, del estadio de fútbol emerge otra, más allá otra, y otra y otra...ya no hay más comunicaciones ni radios ni televisión ni celulares, ya no hay facebook, ya no hay twitter, ya no hay nada. Una de las naves se acerca hasta el auto del señor Ross, Laura y los chicos la miran aterrados, se detiene frente a ellos y unos inmensos misiles se preparan apuntando, en el frente de la nave alcanza verse una figura, es un hombre, es Arturo...con los ojos inyectados y una sonrisa diabolica presiona el botón de los misiles.
FIN |