Negra es la noche como mis sueños,
noche que cobija a las estrellas,
blancas estrellas como mi esperanza,
relucientes lumbreras sobre las que navego.

En un día pintado de nubes grises,
vi llorar tu alma eléctrica,
navegué también por tus mejillas
y capturé todas las gotas que rodaron.

Si tu rostro no fuera tan brillante,
tal vez pudiera verlo bien,
si no fuera una sol ardiente,
tal vez podría tocarlo suavemente.

Duermo en mi nave como buen capitán,
en la luna de plata que sonríe,
con una sonrisa que no es otra
que la tuya reflejada en mis sueños.

¿Cuánto más me harás navegar
entre tantas luces celestiales?
¿Cuándo podré embarcar
en las costas de tus labios?

Tus ojos me miran en medio de la noche,
que es negra como mis sueños.
Tu voz me ilumina como las estrellas,
relucientes y blancas como mi esperanza.

Mientras tanto me arrullan tus cantos,
y en tu constelación me cobijo,
mi barco zarpará mañana con migo,
dormido adentro como buen capitán.