la diferencia entre uno y dos es uno... entre dos personas que caminaban uno frente al otro pasó un niño perdido, llorando con un muñeco de trapo en las manos... ambos hombres se detuvieron y le miraron sin saber qué hacer... vieron que el niño estaba perdido... vestía con ropas de colores y sus cabellos eran dorados y encrespados... ambos pensaron en la belleza del dolor y en el momento en que el sentimiento les subyugaba... luego, se miraron y se dieron cuenta que sentían lo mismo por aquel niño... sonrieron y hablaron acerca de qué podrían hacer al respecto... ambos cogieron al niño de la mano y le preguntaron su nombre... el niño dejó de llorar pero no dijo palabra... estaba mirando a dos personas que eran diferentes, unidos por él... estaba con su muñeco de trapo y se olvidó que estaba perdido... el grito de una mujer joven los sacó de aquel sentimiento encontrado... era la madre que al ver al niño, lo cogió y lo abrazó, gritándole que no volviese a soltarse de su mano... lo cargó y el niño sonrió... los dos hombres le vieron alejarse y el niño les vio parados por un instante... cuando despareció el niño, los dos hombres siguieron caminando hacia sus destinos... jamás olvidarían este incidente, ni el niño a aquellos dos hombres unidos por él...
el tiempo pasó... los hombres tuvieron familia y el niño se volvió en hombre... de pronto algo sucedió entre los tres... una noche en que llovía, la soledad y el vacío los embargó... los tres salieron a la calle y caminaron, caminaron hasta sin darse cuenta llegar al sitio donde por primera vez se juntaron... se miraron por espacio de unos instantes... la luna brillaba, el cielo dejó de llover... un calor los llamó... los tres se juntaron y unieron sus manos, como una guirnalda... luego, cerraron los ojos y viajaron en el tiempo... ciertamente, pensaron al mismo tiempo... todos somos uno... cuando abrieron los ojos... los tres estaban solos, lejos del lugar en que unieron sus manos... miraron el cielo y el sol les saludó... los tres levantaron las manos y se unieron a la luz del sol, radiante como el primer día de su creación...