Pinte su cabello Casi en color tormenta Como nube que asecha la calma Oscura sobre la sapiencia… Luego pinte el nínive de sus ojos De esos ojos bellos y negros Mirada al tiempo Su morada celosa… Y su piel y sus más agudos sentidos Fueron de un color luna Mas tarde pinte sus labios Del más suave y carnoso néctar… Contemple su rostro Y sin dudarlo Me enamore de ella…
Texto agregado el 22-05-2012, y leído por 446 visitantes. (7 votos)