Despertó con gracia de su seno primitivo
y saludo al mundo convertida en rosa
poblando tierras fértiles con el color de sus besos
su vientre creció y de el surgio, ingenua, virginal criatura.

Su amo sin forma rasgo la tierra y le asigno un nombre
el nombre solo es un residuo, tras nuestra ausencia y da forma a lo que llamamos recuerdos
poco a poco el cosmos fue girando, y ella perdió valor entre los hombres
el costo solo estaba si su himen estaba, intacto, entre sus piernas.

Aquellos seres desastrosos, le apodaban " muñeca" la ultrajaron, la volvieron su esclava
a sus hermanas las llenaron con demonios blancos en sus negros vientres
luego las mataron, siendo sus hijos, porque apareció la palabra "raza"
las quemaron, cuando se les daba la gana de llamarlas brujas y entre ellas se apuñalaron, por ser de diferente piel.

Ella aun pura, corrió descalza, sucia y con ropas rasgadas en el negro bosque
su reflejo débil y masacrado recordó palabras de sus ancestros
"tu alma es como el revoloteo de las mariposas, sutil y hermoso al mismo tiempo"
entonces se vio hay, inútil, y su alma se lleno de dolor.

Escucho gritos blancos " atrapadla, es costosa, aun es virgen"
y su sangre aborigen se lleno de ira y empezó a hervir, como el fuego del infierno, con el cual la cohibieron tantos años
su desnuda mano trigueña, se introdujo en su ser y corrieron rojos ríos de vida
arranco con odio su clítoris, que le recordó ese asqueroso falo masculino, y firme se dio un nuevo nombre: Se llamo MUJER.

Jonathan Lemes (Yukito)