Vencido de cansancio luego del amor En la noche lluviosa y ciega del tiempo Un dormitorio atesora los obsequios Las ofrendas de entrega insospechada Evocación total de besos profundos Espasmos finales de armónicos idos Aroma de miradas claras encontradas Fueron al compás de tu espacio y el mío No es nada más que eso, y nada menos Tus recuerdos pactaron quedarse allí Como huellas íntimas de furia inevitable Es teatro que atesora signos conocidos Ya aguarda silencioso nuevas señales De este frenesí despabilado para siempre
Texto agregado el 17-05-2012, y leído por 162 visitantes. (6 votos)