Algo anda mal en todo esto, la iglesia te manipula a través de la moral inundándote de culpa, los grandes comerciantes te manipulan a través del placer inundándote de una inalcanzable expectativa y las distintas formas de autoridad, desde los profesores en la escuela hasta los guardianes de la paz y el orden, te manipulan con miserables aires de grandeza inundándote de miedo. Todos buscan infundir emociones en tu ánima, para que actúes de una manera que, desde su individual perspectiva, sea correcta, lo que te aleja de tu libertad y tu ser único. ¿Qué otra salida más que renegar de tus emociones propias, que son manipuladas, e invocar tus más primitivos y estériles impulsos de violencia? Entonces te conviertes en un animal al que todos podrán condenar, descargarán la misma pulsión latente de violencia y les dejará finalmente la sensación de que su sistema funciona. ¡El que tira la primera piedra será el apedreado!, así funciona esta cuna de criminales. Qué desprecio despierta el darse cuenta y más el observar que el resto del mundo, conformista, no haga ningún esfuerzo por trascender al sistema obscenamente creado por el intelecto social en conjunto. ¿Y se sorprenden de quienes nos declaramos abiertamente misántropos, en busca de nuestra libertad, mientras siguen acumulando su odio insaciable en sus ánimas, ennublecidas por retorcidas emociones manipuladas? Con la misantropía buscaré mi libertad y todos pueden irse al infierno, yo les esperaré recordando cuando me condenaron por no ser parte de su estúpida sociedad manipuladora de emociones.