Si alguna vez viste mi mirada puesta en ti, fue solo para seducirte. Muchas veces un hombre solo necesita saber si alguien se fija en él, condeno de esta forma mi inseguridad. Jugué contigo al cachipún! Y por eso siento que no puedo abandonarte. Te quiero, pero no te amo y amo si a alguien más, esas cosas inexplicables que pasan por la mente de los hombres, es así, “infidelidad” es parte de nuestro código de barras “todos somos iguales” y más, trato de ser distinto, por eso no te dejo, fingiré y actuaré, infidelidad es nuestro código de barras, aunque no te he sido infiel (físicamente), porque mi mente está en otra parte. Y sueño con el beso infiel, lleno de fuego y de sal de las lágrimas que llorarías por mí aunque no lo merezca, porque reconózcanlo las mujeres no siempre lloran con razón o productivamente si ese adverbio tiene sentido al hablar de llorar. Puede sonar frío, pero ya soy un hombre, un maldito más del montón desde el momento en que te besé y no te correspondí, porque te traicioné. Escribo estas palabras sobre su vientre desnudo a mi lado mientras me poso sobre su pecho, lo siento, tengo que cumplir el último mandamiento del hombre quemando esta carta con la que ya me desahogué, la Cobardía.