"La esperanza de Los Hijos del Sol”
Dice la Tradición Andina, que El Soberano Inti (Sol) tomó posesión de Mama Killa (Luna) en una noche de plenilunio, en la que las tres esferas celestes se alinearon. Todos los seres vivientes de la época, vieron con asombro cómo la Pachamama (La MadreTierra) se puso delante de la luna y con su sombra, casi la hizo desaparecer. En ese gran momento, la luna se embarazó y fue menos luminosa, mostrando un color cobrizo encendido, en lugar de su habitual blanco-gris de brillante plateado. Cuenta la leyenda que en tales circunstancias, en ese instante, nació en Ollantaytambo, una hermosa criatura, que por ser primogénita, hija de primogénita, había ingresado a la cadena del gran embeleso. El padre de la niña, un heredero directo de los Hijos del Sol, buscando con su mirada el Final del Arcoriris, hizo tremenda invocación a su dios, El Inti. Dijo: “Wiraqocha Inti (Padre Sol) “esta niña es tu escogida; su vientre o el de su hija, abrigará al ser que enviarás para recuperar el poder perdido y devolver el equilibrio a la Pachamama. Antes que tenga la edad de fecundar, se transformará en una paloma y así permanecerá hasta que se cumpla tu mandato. Ese retorno lo espera mi pueblo desde ya mucho tiempo. Que así sea”
Desde entonces, una hermosa paloma a la que llaman “URPI”, con sus alas hechizadas, vuela y vuela por los cielos de la comunidad. De vez en cuando se convierte en una bella jovencita, buscando enamorarse, para acabar con el embeleso y fecundar al ser que, como tal, cumpla con el gran propósito de restituir el destino interrumpido de los Hijos del Sol. Dice el pueblo, que esta historia se repite y se repite y que aún no ha nacido el hijo primogénito de vientre primogénito…La esperanza, sin embargo,siempre està latente.
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