El fuego, el viento el mar la lluvia
Arrecian en mi triste vida sin fin
Quise apretarla entre mis manos
Pero se convirtió en polvo fino y seco.
En fragorosa lucha, la cual fue desventurada
Sin capa ni espada le puse mi fuerte pecho
Más ella se alejó de mí, sin darme cuenta
Siento el bramar de fieras batallas a mi alrededor
Y el fuerte entrechocar de el hierro de espadas.
Y como la barca que zozobra, me perdí en el mar
En el mar inmenso y oscuro de una triste vida
Y aquello que pudo ser, hoy se ha ido y no fue
E inmerso en el lodo de una vida fragorosa
Llena de horror penas, maldiciones y olvido
Tal vez no soy quien dijo ser, y la vida me desorientó
Yazco lúcido y sombrío, y así mis poemas se lubrican
Aunque el amanecer de un radiante y bello día
Me encuentre entre mis poemas hoy melancólicos y fríos.
Ray
Texto agregado el 13-05-2012, y leído por 176
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