“Sólo se cumple lo que no se ha soñado”, dice Monterroso.(1)
“Calificamos de inexistentes a las cosas que aún no hemos deseado”, decía Kazantzaki.(2)
Platiquemos...
Si, como otro dijo, “los deseos son sueños disfrazados por la vigilia...” esas frases serían: ¿complementarias? ¿contradictorias?
Por lo que el primero expresa, bastaría con haber soñado o deseado algo para condenarlo a la inexistencia. Y el segundo señala que la calificación para que las cosas adquieran existencia surge luego del sueño o del deseo...
Se soñó..no se cumple...inexistencia.
Se deseó..se cumple....existencia
Monterroso, cuando afirma que : “Sólo se cumple lo que no se ha soñado”, asimila a mi entender “sueño” a “deseo”, y entonces sugiere que miremos oblicuamente a la realidad, de soslayo, tangencialmente, y jamás exterioricemos nuestros sueños o deseos, so pena de condenarlos a la inexistencia. Para que se cumplan, esos sueños no deberían haber pasado por la etapa conciente de los deseos. Sólo si los ignoras, o simulas ignorarlos, podrían adquirir realidad.
Kazantzaki, por el contrario, afirma que nosotros calificamos a las cosas como existentes o inexistentes, de acuerdo a si las hemos deseado (soñado) o no. De ser esa calificación una expresión de la realidad, y no otro plano de los deseos, este autor, a diferencia el anterior, antepone la voluntad del deseo para que las cosas adquieran existencia.
En el primero, las cosas ocurren a pesar del sujeto (precisamente por el “a pesar”).
En cambio, en el segundo, las cosas ocurren porque el sujeto las ha deseado previamente.
En el primero, lo involuntario, o la otredad, intervienen para dar realidad a nuestros deseos.
En el segundo, la voluntad, calificando a las cosas como deseadas, les daría la posibilidad de existencia.
En uno, mirando de frente, en el otro mirando de perfil, la sutil realidad se aproxima o escapa de nuestros deseos o sueños.
Avancemos:
“...sólo lo que nadie puede negar existe”, expresaba Whitman (3)
Y Borges agregaba la siguiente frase:”...sólo se pierde lo que realmente no se ha tenido”(4).
Si ocurre así, basta con que alguien niegue algo para que deje de existir, y por otro lado, lo que se ha poseído nunca se pierde.
Pero si sólo se cumple lo que no se ha soñado, y si eso que ni siquiera he soñado, menos lo he tenido, ya lo he perdido antes de que pueda cumplirse Borges y Monterroso parecen incompatibles.
Sigamos:
“No existe lo que no se ha deseado previamente” (NK)
“Existe lo que nadie puede negar” (WW)
“Sólo se pierde lo que no se ha tenido” (JLB).
Complementarias y sucesivas. En el principio está el deseo, y con él, la existencia. Y ésta solamente si es concebida afirmativamente. Sólo se pierde lo que ha quedado fuera del deseo, de la existencia: lo que no se ha tenido. La realidad a partir de nosotros mismos.
Monterroso expone y opone otra instancia: En la falta de “sueño”, que sería anterior al deseo, radica la verdadera existencia. Para él, la realidad sólo ocurre fuera de nosotros mismos.
Albertoccarles
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(l) Augusto Monterroso: La Vaca.
(2) Nikos Kazantzaki: Cartas, recopiladas por Eleni Kazantzaki
(3) Walt Withman: Canto a mí mismo.
(4) Jorge Luis Borges: Nueva refutación del tiempo.
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