Confabulada tu imagen, se demora en el espejo
tu ojo dorado me mira desde, la intimidad del recuerdo
Las sombras cubren los contornos
más allá del pudor.
Atrás quedaron los días gloriosos
en que hacíamos navegar las agujas del reloj, con nuestros dedos
con nuestros dedos.
Con las manos enguantadas el olvido desviste el pesar
doliente de tu ausencia.
Hace tiempo nos divertíamos, regalándonos palabras inventadas
susurradas en suave embrujo de vocales.
El espejo devuelve la imagen rota de nuestros cuerpos,
de aquel lado la imagen es perfecta.
Como un preámbulo que inventamos,
con la certeza de que el amor existe.
Ahora…
El silencio y la ausencia cubren
este lado del espejo, con un manto de piedad
el frágil,
terciopelo de mi alma.