REPRIMENDA


Lo llamo aparte, ya Julián tenia catorce años ; no podía regañarle delante de todos,
ella sabia del carácter explosivo del niño ademas de su falta de respeto hacia las costumbres e intimidades de los demás hermanos y primos que vivían en la casona. Juliancito era introvertido,hablaba poco, no era un buen estudiante y, repitiendo los grados escolares, aun cursaba el tercer grado de primaria .
Con autoritaria y a la ves suave voz amonesto al niño; Julián le miro a los ojos con esa inquieta y penetrante mirada que le caracterizaba; analizando cada una de las palabras de la tía, procesando en su mente cada uno de los reclamos que le hacia la hermana de su madre. La casona estaba en silencio a aquella hora de la tarde. El sol daba por la parte frontal de la casa, y en el cuarto,donde se encontraban, una acogedora penumbra y el imperante reposo de los ruidos contribuía para que la amonestación surtiera un efecto mas profundo misterioso y educativo .
El niño bajo la mirada y la fijo en un punto de la esquina de la pared . La voz de Mercedes cada ves fue mas calida y maternal; ya no solo le reclamaba el que El prestara mas cuidado al comportamiento que le convertía en un niño indeseable, si no que, le aconsejaba sobre un trato mas amable y menos grosero con sus hermanos y primos .
Julián continuaba con su mirada inmóvil en el punto indefinido de la pared, como imponiendose a un esfuerzo máximo de atención a las educativas palabras de la tía . Mercedes compasiva y casi apenada por la posible severidad de sus palabras ya estaba dispuesta a besar y perdonar a su rebelde sobrino ; admirada de la atención que brindaba Juliancito a su sermón, pensando que era demasiado concluyente . Allí el niño sin levantar la mirada, como atribulado y arrepentido de su comportamiento, dirigiendose a su querida tía le dijo:
— Tía...
— Dime Julián— Se apresuro en contestar Mercedes.
— ¿ Te has fijado como las hormiguitas caminan en fila hacia la grieta que esta en la esquina de la pared ?