Esas desveladas eran insoportables, quería dar lo mejor de mí para poder conseguir ese primer lugar en el concurso literario. Había una idea que daba vuelta en mi subconsciente, pero no lograba esclarecerla, una historia que sólo se presentaba en mi mundo onírico, desvaneciéndose por completo al amanecer, sin siquiera dejar una huella.

Pasaron los años y nunca dilucidé esa historia que se perpetró en mis sueños, la frustración de no llevar a las letras aquel mensaje del subconsciente era colosal, sabía que era una idea de calidad, y que el mensaje podría ser recordado por la eternidad.

Aún así no me faltaban las ideas para escribir, me presenté al concurso con un buen texto, confiado redacté una historia conmovedora, que según yo, emocionaría al jurado.

Pasaron las dos semanas de evaluación, presentaron los resultados del concurso y me llevé una gran sorpresa. El segundo lugar era mío, mi nombre estaba escrito en una página de internet con mi cuento publicado, pero eso no era lo sorprendente, lo que casi me lleva al suelo de la extrañeza, era que el primer lugar lo había conseguido mi ex mujer, y al leer su texto, supe de inmediato que había conseguido elaborar la idea que tantos días se presentó en mis sueños y que no pude recordar.

En ese mismo instante, recordé su dulce voz señalándome lo mucho que hablaba mientras dormía.