A propósito a un comentario sobre mi escrito “El rostro visible de Dios”, alguien se escandalizó sobre el Dios que “pinta” el Antiguo Testamento en varios lugares: Un Dios irascible, que manda matar.
Eso ya lo había explicado corto en dos artículos anteriores: “En aquel tiempo” y “En el nombre de Dios”. La Biblia trae la noción de Dios, tal como lo creía el pueblo israelita. Noción que se fue purificando, hasta llegar el Señor Jesús, que nos da una visión más perfecta, sublime y atrayente de Dios. De todos modos, siempre será más lo que no sabemos de Dios, que lo que sabemos. La revelación de Dis fue algo progresivo, como lo ha sido el desarrollo de la humanidad
Y aquí entra a tallar el don de la fe.
En esos pasajes que describe un Dios que para nosotros resulta cruel o extraño, lo principal no es esa descripción, sino el mensaje de fondo.
No siempre la Biblia es fácil de entender o descubrir el mensaje, que es lo que interesa. Y se requiere, entonces, una explicación de alguien que la haya estudiado en general y conozca los principios generales de interpretación, para no caer en errores.
Otras partes, son de fácil interpretación, felizmente.
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