"Are you lost?
Or incomplete?
Only when we are alone we become ourselves."
La luz. La luz era dorada. Dorada como la miel, derretida. Y empezó a oscurecer. Lento. Con un ritmo propio, que la sacaba del universo, que te sacaba del universo. Primero tomó sus tonos mas rojos, conviertiendose primero en rubi, luego amatista. Y continuó. Cambiando lentamente, recorriendo el espectro de su alma, de su alma de luz, de su alma incorrupta. Y al final, casi al final de ese mundo, y al final se oscureció por completo. Y dejenme decirles que esa fue la luz mas tibia y calida que jamas encontré.
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Amanecia. Con ese tono brumoso de los pueblos de montaña, grises. El camino se extendia frente a mi pedregoso, zigzagueante he interminable y en su coronilla, una aldea. Y ella tambien amanecia. La observé largo rato, mientras sus hombres de barro se levantaban y salian a cazar y cortar leña para el fuego. Mientras sus mujeres de arcilla se levantaban y ordeñaban los animales, extendian el telar. Mientras sus niños de pajarillos salian a jugar y a correr. Mientras sus muchachas de flores miraban a sus muchachos de zarcillos salir con sus padres de barro a aprender el oficio de hombres, a sudar. Mientras sus ancianos de arena y historias observaban el amanecer, observaban lo que yo. Y sonreí. El camino sigue y sigue. El camino he de caminar, sin importar que tan largos es, canté. Lentamente me di la vuelta y segui trotamundeando. Y por mi lado paso un hombre. Y me miró. Y yo le dije, Salud, hijo de la Tierra. Y el me dijo, Salud, hijo de la Muerte. Y se fué. Y segui caminando. Y de tanto caminar me converti en camino. Y un dia, me piso el mismo hombre. Y yo le dije, Salud, hijo de la Tierra. Y el me dijo, Salud, viejo amigo. Y en mi habia un charco tranquila. Y alli se miró el hombre. Y no se extraño de ver en el, mis facciones. |