Al fondo de la habitación,
las sombras se confabulan para cantar armoniosos ritos, hermosos lamentos.
Cuando gira el ventanal,
se esconden las sombras,
como rehuidas por el mismo viento,
desterradas por rayos invisibles llenos de luz.
Al coger uno de esos rayos y reflejarlo en el prisma de mi alma, pensé, analicé y calculé,
la magnitud de horrores en dimensiones infinitas aguardándonos. Sensaciones, olores y amores,
todo un conjunto de perfecta simetría.
Quizás con un simple teorema podría sonsacar algo de la dimensión que me observa desde las sombras,
por que yo se quienes son los que nos miran,
nos observan a cada momento,
nos vigilan, susurran al pasar,
se saborean al matar y se deleitan con nuestro malestar.
¡Lo sé!, lo se todo, pero, p e r o, es él quien me lo impide, tú, si tú, ¡¡¡¡déjame terminar con mis cálculos!!!!, ¡¡¡¡vete, refúgiate en tu ilusión!!!!…
Lithiorel. |