Cuesta sonreír con el alma cansada
y esta larga tristeza a cuestas;
y abrir la ventana al optimismo,
cuando los temores bordan un velo
que enceguece los sentidos.
Duele la vida,
cuando se tienen tantos sueños
y esta materia física de la que estamos hechos no responde.
Duele el presente.
Y el futuro se reduce a la certeza
de un mínimo instante de lucidez
en que se gana la batalla
contra el olvido de nuestra propia esencia.
Texto agregado el 03-05-2012, y leído por 74
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Lectores Opinan
05-05-2012
Se siente verdad en las palabras. Y cuando eso ocurre, la poesia fluye... sayari
04-05-2012
Me gusta el poema, has descrito muy bien esos momentos en que como escribes, el alma está cansada, te aplaudo ******* jagomez