He escrito tu nombre en mil idiomas
- algunos los he
inventado -

y he amasado en ellos el
recuerdo inesperado de las sonrisas.

He escrito tu nombre con
todas las formas, y a él
he agregado verbos inconclusos

- algunos transitivos, cosas complejas
en la vida humana -

y he tratado de hacer remolinos de papel
con las hojas que he deseado tomen tus
manos.

He escrito tu nombre en todas las
bocas, con las manos atadas he
disimulado la fiebre de tu frente,

he disimulado la carencia de la vida.