Mariposa de brillantes colores, en un mundo irreal e invisible.
A lo lejos se escucha el bramido del mar con sus olas sobre la arena.
Mientras en el horizonte se eleva un disco ígneo de fuego fulgurante.
Tú vienes hacia mí entre una densa niebla, que envuelve tu grácil silueta.
Mientras un violín desgrana sus notas en una hermosa melodía musical.
Día, noche, sol, luna, estrellas, y el suave murmullo de voces misteriosas.
Blandes tú en el corazón viejas heridas que emanan de tus ojos color cielo.
Mientras un gran castillo se alza entre brumas erigido, de esperanzas y sueños.
De él emergen conjuros sus viejas puertas se abren y sus goznes mohosos se quejan.
Mientras una luz se insinúa en su entrada cual bella trampa para alguien apresar.
Más de pronto todo el hechizo se desvanece y con el tu figura se desdibuja.
Cual vieja película por años encerrada en soledad, mientras el castillo se desmorona.
Sigue a lo lejos el gran disco sobre el horizonte, y el mar sigue en su potestad.
La noche, el sol, las estrellas, están y el día un camino en un siniestro abisal.
En él la vida deambula entre vapores de olvidos, claros signos de soledad.
Montado en aras del vigor cual viejo caballero, deambula el alma solitaria.
Mil castillos en la mente se insinúan, más ante él sus puertas se desvanecen.
Día, sol, luna estrellas, mar, en la incierta vida siempre están, pero…tú no estás.
Más de pronto tu visión emerge de entre las brumas, con aroma a dulces fragancias.
Tu rostro cual hada misteriosa irradia una sonrisa, y a tu lado un corazón púrpura.
Tu brazo se alza y señalas detrás, y solo se ve a lo lejos viejos árboles secos, y soledad.
Mientras el disco de un sol que antes estaba, se enmascara detrás de oscuras nubes.
De pronto surgen a tus espaldas unas alas sombrías y batientes te elevan en las alturas.
Mariposa otrora de alegres colores, más ahora se convierten en figuras horrendas y borrosas.
Y todo alrededor solo es un páramo sombrío sin sol, sin, estrellas, sin luna, sin mar, soledad.
Es un mundo el cual tal vez, nunca existió, y solo un hechizo fue que de golpe lo esfumó.
Ray
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