La voluntad es un acto tan humano, que se concibe desde el instinto o desde la razón, es precisamente la voluntad lo que nos crece o nos demerita, infeliz aquel que no mueve un dedo y se queja de Dios después de haber invocado “hágase tu voluntad” para qué, por qué si no está dispuesto a vivir con ella, infame posición para exigir resultados. La voluntad es poder, es un regalo exquisito, es siempre un camino, es un fin, es un instrumento de diversas cabezas que cobra vida de modos tan simples y claros o tan extraños e inescrutables que, habemos mujeres que damos nuestro amor pero no nuestra dignidad, ciudadanos que damos nuestro voto pero no la complicidad, presos que dan sus confesiones pero no su libertad, niños que dan su presente pero reclaman su futuro, viejos que dan su experiencia pero no su tiempo, de voluntad es que se construye o caotiza el mundo, que de acuerdo al filósofo Jean Derrida la voluntad resultaría en una especie de deconstrucción, que de acuerdo a la desorbitación de mis ideas la voluntad es un peligro en manos de algún desconocido conocido o una gloria en "Do Re Mi" en boca de un conocido muy conocido… |