Y todo por distraída.
Hace dos años iba a viajar a París pero no se me hizo y todo por distraída. Con mucha emoción preparé mi maleta, recuerdo haber metido a la maleta mis mejores “garras”. Las mejores botas y tres abrigos que tengo que se ven muy bien. Saque mi pasaporte y dejé todo listo. El día llegó, me levanté a temprana hora pero no me percaté que dos días antes tenía que pagar la luz de mi casa, me valió, pero di media vuelta y fui al cajón donde guardo la correspondencia, saque el recibo y me pregunté a mi misma ¿Qué pasa si no pago la luz? Cuándo llegue no voy a tener luz, me vestí de inmediato y de trancazo tomé mi maleta y me fui. Al llegar a la compañía estaba una larga fila, para colmo ese día solo funcionaba esa caja, me formé. Después de esperar dos horas llegue a la caja pague y me fui corriendo al aeropuerto donde mi vuelo todavía no estaba listo, dejé mi maleta en la cinta para que le colocaran su etiqueta. Me senté a esperar mi vuelo, tomé un helado, todo iba muy bien hasta que me llamaron a la puerta para ir al avión, la señorita que se encontraba en migración me pidió mi pasaporte para el correspondiente sello. Lo busque en todas partes, en mi saco, en mi bolsa en ¡en todos lados! Y no lo traía pensaba que lo había dejado donde pagué la luz o en mi casa o de plano se me perdió. Algo pasó que me tuve que salir de la fila, molesta fui a recuperar mi maleta, me salí y me dirigí a la compañía busque por todos lados y nada, pregunte sobre mi pasaporte y nadie lo había visto. Recordé que dos horas más tarde habría un vuelo al mismo destino, me daba tiempo de ir a mi casa buscar mi pasaporte y regresar al aeropuerto. Llegue a mi casa y nada estaba enojada boté mi maleta a un lado de la puerta, busqué hasta por debajo de las piedras. Eran las 10 de la noche y ya muy cansada bajé a la sala y saque la ropa de mi maleta, cuando me voy dando cuenta de que el pasaporte se encontraba en mi maleta. ¡Que coraje! Siempre estuvo conmigo.
Al poco rato de pronto se fue la luz en mi casa, pensé que se trataba de un apagón repentino, pero no me asomé a la ventana y me di cuenta que todos tenían luz, una camioneta se encontraba afuera de mi casa, salí y pregunte que estaba pasando y la respuesta fue “no ha pagado la luz”. Frustrada tomé mi celular y hablé, reclamé y se me informa que el pago no pasó ese día.
Tomé el teléfono de mi casa y se escuchaba un sonido muy raro y una bocina que me decía “su fecha de corte es el día de hoy, lo sentimos su servicio ha sido cortado”.
Lo único que me faltaba, me quedé sin ir a París, sin luz y sin teléfono, y todo por distraída.
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