Aliento desmedido, atragantado de sentido
Laceran tu mente como anfetaminas
Estrujadas en los sesos; las estrellas gimen delirantes.
Jardín infinito detrás de las pupilas que atraviesan el infierno
Alucinadas flores inmundas colorean repulsivas los cadáveres
Nauseabundos de la infinita desnudez del universo.
Dientes amarillentos como champagne, se destrozan entre la burbujeante espuma de la
Rabia que flota carcomiendo las glándulas sollozantes de los
Antiguos gritos desorbitantes girando por tu cerebro.
a.d.l
Texto agregado el 30-04-2012, y leído por 505
visitantes. (3 votos)